El razonamiento de EA es simple: las consolas nuevas no han vendido ni 10 millones de unidades hasta este momento, y tomando en cuenta que en varios países ni siquiera pueden adquirirse, solo queda la opción de lanzar el juego en las consolas antiguas. De esta manera la compañía puede usar todos sus recursos para desarrollar un mejor juego, aunque el hardware sea más limitado.
Prior además confesó que "los mercados emergentes fueron muy importantes al tomar esta decisión", y eso es comprensible, porque hay más fanáticos del fútbol en Latinoamérica que en Estados Unidos, por ejemplo.
De una manera similar, EA espera atraer a gente que no necesariamente haya jugado FIFA antes, con opciones simples y más casuales. El nuevo "modo de principiante" permitirá que cualquier persona ponga el mando entre sus manos y juegue contra un equipo con inteligencia artificial sin complicaciones. De esta manera la empresa espera "llegar al 50 por ciento que no juega FIFA".
El hecho es que este es el momento apropiado para lanzar un juego de fútbol, porque la fiebre del Mundial promete mantenernos pensando en el rey de los deportes de día y de noche.
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