La solución ha consistido en actualizar sus términos y condiciones del servicio, dejando así que los usuarios puedan conocer qué hacen exactamente, aunque para ello tendrán que leer ese interminable texto de condiciones que ningún humano suele leer cuando se da de alta en un servicio online. Según ha informado la propia Google a Reuters, esta medida se basa en la retroalimentación recibida en los últimos meses, con la idea de proporcionar "mayor claridad" a los clientes. Sea lo que sea, al menos ahora los usuarios están avisados de manera oficial, aunque esto no solucionará la incertidumbre que queda con su privacidad.
via/engadget
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